25.4.21

Bases materiales para la libertad (*)

Dice David Casassas que “en un primer momento, la libertad se construye cuando se logran erradicar de la vida social los lazos de dependencia que ponen a unos individuos a merced de otros”. Dicho de otro modo, una persona es libre cuando sus condiciones materiales le otorgan capacidad de negociación para la ejecución de sus necesidades básicas, dando origen a la concepción de la sociedad civil.

Es decir, la libertad se traduce en capacidad de elección: quien no tiene para comer, no puede decidir quedarse en su casa a la espera de que baje los casos activos.

Por ende, para que la libertad sea efectiva, es necesario que el Estado puedan garantizar a cada ciudadano los recursos materiales que garanticen su subsistencia, de forma de equiparar las asimetrías que tradicionalmente ejercen quienes tienen más sobre quienes tienen menos.

Sin embargo, en el universo ideológico del liberalismo, la libertad tradicionalmente ha sido concebida como la ausencia de interferencia del Estado en la vida privada, social y hasta económica de los individuos. Un Estado libre para el liberalismo, no será aquel que le otorga a los ciudadanos las herramientas necesarias para un pleno ejercicio de sus derechos, sino aquel que se reduce a su mínima expresión y apela a las leyes del mercado y la meritocracia, amparado en que “todos somos iguales ante la ley” y que todos nacemos con las mismas posibilidades. Si vos no lograste ser ingeniero, será que no te esforzaste lo suficiente. Poco le importará al liberal que hayas tenido que salir a trabajar a los 15 años para alimentar a tus hermanos.

Esto genera la apertura de múltiples espacios asimétricos de poder. Esta asimetría que tiene en su base un origen estatal dificulta y obstaculiza el control de los disfrutes materiales por parte del conjunto social.

En Uruguay, el presidente de la Republica Luis Lacalle Pou manifestó públicamente que encomendaba a los ciudadanos hacer un “uso responsable de su libertad” en tiempo de pandemia por COVID. Las personas deben pues sopesar sus supuestas decisiones porque podían con ellas afectar a los demás integrantes del entramado social.

En un segundo momento político/pandémico, y justo cuando las cifras de muertos y contagiados por COVID se dispararon, en conferencia de prensa el presidente responsabilizo a las personas del resultado de la pandemia. “Las medidas son buenas, el problema es la movilidad de la gente”.

Al respecto, dos cosas que decir:

1-      Para ejercer el principio de libertad de los individuos debe haber otro principio que garantice ciertas condiciones económicas que resulten en la capacidad de negociación en la esfera social y política. Nadie puede hacer un uso responsable de su libertad si está por fuera de los medios de producción que son capaces de generar las bases materiales de la libertad.

2-      Si lo que se promueve por parte del gobierno es que rija un principio de libertad individual, luego no se puede exigir que eso derive en un comportamiento de tipo colectivo, y tampoco puedo endilgarle al colectivo lo que resulte de la promoción de un derecho con tinte liberal. Dicho de otra forma: no me puedo enojar si las personas se mueven, si a esas mismas personas les acabo de decir que tienen libertad de hacerlo. Es como decirle a un niño chico que puede jugar al fútbol en el living y luego rezongarlo si lo hace.

De coherencia y cohesión nos hablan autores como Halliday y Hasan, pero debería estar claro, a estas alturas del discurso político, que lo que no conviene en las buenas no debería convenir en las malas. Si el Estado necesita que la gente no se mueva para que sus medidas sean efectivas (algo que no carecería de lógica), deberá generar las condiciones materiales para que la gente pueda quedarse en su casa sin que ello suponga morir de hambre o perder su trabajo.

Si no lo hace, y la gente en pleno ejercicio de su libertad sale a trabajar y se contagia en un 526 lleno hasta la manija, pues habrá que concluir que las medidas quizás no sean tan buenas después de todo.


(*) Dedicado a mi ex profesora Juliana Cabrera, por ser fuente constante de reflexión, y a Adriana Duarte y su grupo de amigas y compañeras que solían leer los artículos de opinión de Lengua Power, enalteciendo y validando mi profesión.

31.1.20

El look de la LUC

Resultado de imagen para joven piercing ceja cortadaRecientemente se instaló un debate sobre la tipificación de la noción del término “apariencia delictiva” presente en la Ley de urgente consideración que piensa implementar el próximo gobierno de Lacalle Pou. Eso nos invita a reflexionar sobre los mecanismos que operan en la construcción de discursos que hacen de la discriminación su razón de ser.

Las prácticas racistas que se encuentran enmarcadas y delimitadas por los términos de discriminación o racismo cotidiano que refieren a las interacciones de tipo frecuente, en las que la gente perteneciente a las élites poderosas problematiza, margina y excluye a los “otros”. Esa otredad del discurso tiene su raigambre en la conceptualización o bien de la proveniencia de otras culturas o de aquellos que tienen “otra apariencia”.

Esa -diríamos- es la punta de un sistema que reproduce un conjunto de creencias, lo practica en su cotidianeidad y logra, de ese modo, insertarlo y hacerlo parte de un sistema compartido por otros, que a su vez lo legitiman.

El discurso resulta así la pieza central del procedimiento, siendo parte de una práctica social común y siendo también parte del aparato reproductor que enseña y distribuye esas prácticas discursivas, con frecuencia respaldadas por los medios de comunicación.

Para que el discurso sea constitutivo de una práctica racista deben aunarse los elementos de “contexto y texto”. El contexto se refiere a "quién habla a quién, cuándo y con qué objetivo", mientras que el texto es el modo sistemático que se emplea para enfatizar lo bueno de "Nosotros" y lo malo de "Ellos".

“Ese discurso negativo puede tener una influencia también negativa sobre los modelos mentales que la gente tiene sobre sucesos en que participa la “otra gente”, y esos modelos mentales pueden generalizarse a actitudes e ideologías más fundamentales, que a su vez pueden aplicarse más tarde en actos y otros discursos. Así se cierra el círculo vicioso de la reproducción del racismo”, afirma Teun A. van Dijk.

Equivale a decir que el control de los modelos mentales que la gente tiene, ayuda a reproducir -o no- los discursos de tipo racista.

Recientemente se instaló un debate sobre la tipificación de la noción del término “apariencia delictiva” circunscripto en el borrador de la Ley de urgente consideración que piensa implementar el próximo gobierno de Lacalle Pou.
Gandini también supo ser joven.

Al respecto, el nacionalista Jorge Gandini explicitó en medio de un debate televisivo que hay una apariencia delictiva asociada a aquellas personas que usan tatuajes, gorros o piercings. Y que eso lejos de tener que ver con la ley, tiene que ver con la realidad.

De este modo, el político en cuestión valida en contexto y texto la tipificación del “Otro”, justificando su respuesta por medio de una estrategia circunscripta en dos tipos de negación: de intención, aduciendo malinterpretación de partes, y de objetivo, ya que no fue dicho para encasillar a aquellos jóvenes que usan gorrita, dado que dentro de su partido hay jóvenes que las utilizan.

Lo que sigue a un acto de negación que manifiesta discriminación es la mitigación o justificación de esa postura o manifestación racista. En Gandini se hace explícito cuando dice que:

“Lamento si eso puede molestar a mucha gente, pero no tengo problema de que a mí me paren en el auto y me pidan el documento". 

Porque seguramente él es una persona de bien, que nada ha de temer si la policía lo detiene y le pide su documento. Algo que parece imposible, a menos que el policía en cuestión desconozca la identidad del “detenido” en un procedimiento habitual para la “seguridad ciudadana”.

Finalmente, Gandini acotó que "hay una apariencia. Determinada gente que tiene tatuaje, gorrito y piercing da una tipología que el seguridad mira más que al otro, pero no tiene que ver con la ley, tiene que ver con una realidad". 

El epílogo de su discurso es el broche de oro que confirma la teoría. Todo aquello de que resultaba indispensable ejercer el control de las mentes insertando un tipo de idea racista, asociada a ciertos parámetros que la gente pueda luego identificar, denostar y reproducir.

¿Qué hará la gente cuando se tope con otro tatuado de gorro y tatuaje? Podrá contraponer las ideas antepuestas por el sector derechista del aún no gobierno electo?

Hoy entró a la herboristería de mi madre un muchacho que tenía las cejas cortadas, un piercing en su nariz, y una gorra deportiva. Vestía pantalones ajustados y una campera de nylon. Pidió para pasar al baño, le dije que sí. Se llamaba Matías y acompañaba a su abuela, jubilada, docente de música, porque ella tenía baja visión.

Le comenté que mi hijo Santiago, también usas las cejas así. Se rió y me dijo: "Bueno, pero lo que importa es el accionar, ¿o no? ¿Verdad que está lleno de gente con las cejas sin mutilar, pero rotos y descompuestos? La honradez se lee en la mirada y se mide en las palabras".

Eso dijo él. Eso pienso yo.

Si querés ver el video de Gandini, lo podés encontrar en este link.

22.11.19

Aspectos discursivos en la construcción identitaria indígena. El caso de Bolivia.

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Para trabajar correctamente la noción de construcción identitaria indígena en Bolivia debemos considerar algunos aspectos preliminares:

1- Las denominadas “minorías lingüísticas” suelen disponer de un acceso muy limitado a las formas discursivas de elite, no controlan los medios, no suelen contar con políticos influyentes dentro de su sistema, y solo unos pocos se circunscriben en puestos laborales de prestigio.

2- La pertenencia a un grupo se da como parte de un proceso de categorización en el que se reconocen ciertas características que le son propias. Para el caso que nos ocupa: el tipo de lengua que hablan las distintas comunidades indígenas y su entrelazamiento sociocultural.

1- En el caso de Bolivia, con la llegada de Evo Morales al poder, se generó un ciclo de reivindicaciones lingüísticas y culturales. A partir de 2006 se comenzó a trabajar en una nueva ley de educación con base trilingüe, en la que los estudiantes de todo el país, tanto a nivel público o privado, logran acceder a la formación educativa en tres lenguas. Un idioma indígena, el español, y una lengua extranjera: el inglés. La educación variará según la conformación lingüística de los estudiantes. Si tienen como lengua materna una variante indígena, mayormente son el quechua y el aymara, esa lengua será la vehicular del conocimiento, y el español será una lengua de aprendizaje, o viceversa.

En 2012, Evo Morales promulgó la ley de reconocimiento de las lenguas indígenas, y con ella, el derecho de las comunidades nativas a recibir información y ser educados en la lengua que le es propia. De ese modo se garantiza el acceso cultural a todas las personas, así como la protección, difusión y desarrollo de todos los derechos lingüísticos inherentes a cada comunidad.

De esta manera, dio inicio a un proceso de descolonización lingüística a favor de las lenguas indígenas que tiene como objetivo no solo elevar el status de las lenguas nativas, sino también devolver a los pueblos indígenas el sentimiento de orgullo y pertenencia de sus lenguas.

Anteriormente, el uso de las lenguas indígenas estaba reservado al ámbito familiar y doméstico. La gente se avergonzaba de usarlas y muchos jóvenes se negaban a retransmitirlas.

2- La pertenencia a la comunidad indígena posee significado y singularidad al interior de la misma. Con la llegada de Evo Morales se suscitó una revitalización de las distintas agrupaciones.

Al exterior de la comunidad siempre hubo y estuvo presente el discurso racista y purista homogeneizador que intentó instalar el monolingüismo español, desterrando a todas las lenguas originarias.

Después del golpe de estado perpetrado en Bolivia, los distintos medios de prensa han hecho uso de diferentes recursos gramático-sintácticos para señalar diversos aspectos del proceso. A continuación, presento una colección de titulares, y/o párrafos (a nivel nacional) que involucra la noción de indígena y el modo de calificar esa construcción identitaria.

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LA REPUBLICA | REGION | 18/11/2019 | Pag. 11 García Linera vicepresidente en exilio-denuncia racismo contra indígenas en Bolivia 

Revela que esas personas «salen a la caza de indios alzados que se atrevieron a quitarles el poder», y que las mujeres con polleras (trajes típicos) son sus víctimas preferidas. En el caso de Santa Cruz, 546 kilómetros al este de La Paz, organizan hordas motorizadas con garrote en mano para escarmentar a los indios a los cuales llaman "coyas", puntualiza, y cantan consignas para instar a matarlos. De igual forma, en Cochabamba, conforman convoyes para imponer la supremacía racial 

(…) en La Paz también desprecian a las mujeres indígenas aunque les temen y de esa misma forma insultan a Evo Morales y en él a todos los indios que osaron construir democracia intercultural con igualdad. Aseguró que tal envalentonamiento es cuando están en grupo y entonces es cuando se atreven a arrastrar «la wiphala, la bandera indígena, la escupen, la pisan la cortan, la queman». 

Aquí resulta evidente el odio y el racismo impuesto a través del lenguaje al referirse a los indios como sujetos inferiores, denominándolos coyas, término que se emplea para identificar y estratificar a los indios peyorativamente. Sobre el final del último párrafo se hace referencia a la Whipala como elemento identitario de la comunidad indígena, denostada por quienes se rebelan contra ellos.

MONTEVIDEO PORTAL | DESTACADOS | 19/11/2019 | Pag. 1 Mujica no recibió respuesta de Áñez pero aceptaría mediar en crisis boliviana 

"Por su historia, Bolivia tiene una tendencia a la radicalización, porque hay cuestiones raciales por todas partes, es una sociedad donde hay una enorme población indígena que históricamente ha sido discriminada, y quedan cuotas de conducta semi feudal entre lo que podríamos llamar patriciado boliviana. A los uruguayos con larga tradición republicana, nos es muy difícil concebir esas cosas, el que un indígena agache la vista cuando va a hablar con un blanco", expresó el electo senador.

"Bolivia está muye estratificada desde a época de la colonia, hay gente que no soporta que los indígenas puedan entrar a determinados ámbitos, y todo eso está influyendo", aseguró. 

Este artículo selecciona lo que era parte del tratamiento sociocultural que ejercía la población dominante y de élite sobre la población indígena. Aportando elementos de comportamiento social que revelaban sentimiento de inferioridad de los indígenas frente a la población blanca. Luego hace explícito lo que el entrevistado (José Mujica) entiende puede estar influyendo en la división social boliviana, que apela al hecho de que los más poderosos no acepten la incursión de la comunidad indígena en ámbitos reconocidos.

LA REPUBLICA | OPINION | 16/11/2019 | Pag. 18 William Marino. 

Hoy Bolivia se ha fragmentado aún más, en lo social, con más discriminación racial. 

No hay que olvidar que ellos quisieron dividir Bolivia y crear un país independiente y hace unos años hablaron de unirse al Brasil, pues Bolivia estaba gobernado por "un sucio indígena".

El analista William Marino describe cómo es la situación social en Bolivia tras el golpe de Estado, la incursión de Camacho y la imposición de la Biblia, esgrimiendo el calificativo de "sucio" que categoriza gramaticalmente al sustantivo indígena. No es aleatoria su elección: "indio" se ha usado para designar los defectos sociales o personales de los individuos, como sinónimo de torpeza, ignorancia o suciedad.

Ese tipo de discurso está anclado en el más profundo de los racismos revelando odio e ignorancia. Desconociendo las características, lenguas, usos y costumbres de las distintas comunidades, que las hacen tan valiosas y únicas como cualquier otra.

EL OBSERVADOR | ANALISIS | 16/11/2019 | Pag. 24 

Morales, de origen indígena aymara, empoderó a los grupos indígenas del país a diferencia de los líderes que lo precedieron. Redujo la pobreza a la mitad y presidió el rápido crecimiento económico del país, impulsado por las exportaciones de una industria de gas que él nacionalizó. Estas políticas resonaron fuertemente en un país donde la servidumbre sólo se había abolido en 1945 y en donde se les había prohibido la entrada a los indígenas a la plaza afuera del palacio presidencial hasta 1952.

Este artículo recoge dos visiones antagónicas del “ser indígena”, por un lado reconoce el empoderamiento de la comunidad a través de la llegada al poder de Evo Morales, y por otro recuerda el status de inferioridad al que eran sometidos los indios -hoy empoderados- que estaban impedidos de acceder a la plaza del palacio presidencial.

UYPRESS.NET | NOTICIAS | 13/11/2019 | Pag. 1 William Marino Golpe MILITAR en Bolivia Página web fuente 

Hoy es 10 de noviembre de 2019, en Bolivia, la derecha junto con a Luis Fernando Camacho y Carlos Messa, llamaron a desconocer el resultado electoral, pidiendo la renuncia de Evo Morales, ese indígena usurpador de la Presidencia Boliviana. 

Finalmente, se introduce la figura de “indígena usurpador” con relación al resultado electoral de la última elección realizada en Bolivia que terminó en golpe de estado paramilitar. Se podría pensar, en primera instancia, que el calificativo de usurpador está asociado únicamente al hecho electoral último pasado. Sin embargo, del discurso racista que detenta siempre tanto odio y que moviliza e insta a la barbarie, se descubre un sentimiento mucho más anclado y profundo. Es esa nota que dice que siempre fue un usurpador, por ser indio y pobre.

Así, la estructura represiva ha intentado acallar a la comunidad indígena. Lo que no saben, es que ya es tarde.

Los indios, con poder, instrucción y espíritu ancestral promueven su lucha, ejercen sus derechos, gritan en sus lenguas, avanzan con su whipala y reclaman sus derechos. Los indios tienen génesis de lucha, ya no esconden la mirada. Al frente ellos van.

Los indios van. Suyu, Indyu, Suyu! ( Patria, indio, Patria!)

14.11.19

Making a candidate / Crear un candidato

Según Van Dijk, la manipulación discursiva es un tipo de discurso que se define desde una perspectiva social, como una forma de ejercer el poder/dominación mediante.

Se encuentra inscripto en las márgenes de las dimensiones cognitivas, identificando qué significa la dimensión del control mental de la manipulación.  Estas dimensiones cognitivas siempre aluden a un conjunto social, nunca a uno individual, enfocando una autopresentación positiva frente a la presentación negativa de los “Otros”, expresando de este modo un conflicto ideológico.

Entonces, el punto de quiebre de este artículo toma como eje la manipulación discursiva y la creación de un conflicto ideológico social. Para ello cabe hacerse la siguiente pregunta:

¿Cómo se hace para transformar a un candidato a presidente en alguien elegible de cara a las elecciones nacionales, cuando ese mismo candidato había sido denostado por su precariedad en el discurso y su falta de información sobre temas cruciales en elecciones anteriores?

Proceso de elaboración del candidato

·         Mejorar su conocimiento de los temas centrales necesarios para gobernar un país.

·         Tomar clases de oratoria, que incluyan la incorporación de una lágrima siempre presta a brotar del discurso. Quiebre la voz, toda vez que le resulte posible. A la gente le gusta eso.

·         Generar capacidad para apelar al nombre: el apellido debe estar puesto como garantía de buen comportamiento y regla.

·         Mencionar que los hijos llevan ese mismo nombre y que la exposición del mismo es un equivalente para la honestidad y la transparencia.

·         Modificar ciertas conductas familiares que pueden resultar perjudiciales para el objetivo final. En lo posible, evitar la exposición de un padre político con saldo negativo y de una esposa que –preocupada por el futuro incierto de los jardineros puerta a puerta– ignore que su marido y candidato votó contra el trabajo rural regulado.

En cambio, resultará más efectivo que la esposa reparta listas, y ostente actitudes de buena ciudadana, subiéndose a alguna que otra escalera para descolgar cartelería partidaria tras las elecciones. De ese modo mostrará que los ricos también pueden instalarse en el lodo.

·         En lo posible, el candidato vestirá sencillamente, “de pueblo”, e instalará ciertas mentiras como verdades. Dirá que viene a levantar al país de la ruina, y a sacarlo de la crisis.

Claro, que ni en el país está en ruinas, ni hay crisis, pero una vez que el making up del candidato esté en marcha, él podrá decir lo que quiera y será dado por válido.

Cuando el acceso al poder le haya entregado las llaves del discurso controlado, podrá decidir qué decir, cómo y cuándo. Con esto tendrá acceso a las mentes de unos cuantos y, como ya es sabido, controlar la mente equivale a controlar la acción.

Las personas que no puedan dilucidar lo que va detrás de la imagen, probablemente olviden, incluso ignoren, que el candidato nunca votó (en su calidad de legislador) ni una sola ley vinculada a la agenda de derechos. Dijo no a la ley de integridad de las personas trans, no a la ley de interrupción del embarazo, no a la creación de la UTEC, no a la ayuda para reproducción humana asistida, no a la ley contra la violencia de género, y muchas otras negativas más.



Lo que importa es lo de adentro, pero también lo de afuera

El candidato es un paquete que viste y habla de modo que algunos puedan entender y otros –convenientemente– no. En el control del discurso que ostenta por poder, tirará cifras erróneas, dando por sentado que muchos de los que escuchan lo que él dice, no serán luego masa crítica que buscará coincidencias o disidencias entre lo dicho y lo hecho.

Cuando lo que se instala en el medio político es la mera imagen de un candidato, que aprende de oratoria pero solapa leyes que pueden generar impacto y costo –como la Ley de urgente consideración que piensa implementar pero que no es capaz de definir– la sociedad toda se juega mucho más de lo que puede decidir.

Cuando la gente compra que el flujo de lo dicho vale más que lo no dicho, se está en peligro. Ni qué decir, si el candidato se fusiona con otros muchos y firman acuerdos que no se explicitan de un modo cristalino.

En cuestiones educativas y de derechos, es posible que el candidato vaya para adelante y para atrás, implemente una salida de la representatividad docente, lo fije por escrito, lo borre, pero no lo rectifique. ¿Se entiende? Explico secuencia:

1.      Representantes docentes, fuera, con voz pero sin voto.
2.      Los docentes se alzan y exigen explicaciones.
3.      Candidato recula y borra lo antes escrito. Pero el candidato, ¿deja sentado que esa representatividad será respetada?

¿No?

Ya lo dijeron Luis y Beatriz: el documento es un compromiso de lo que se va a hacer, pero no dice nada respecto a lo que no figura en ese documento. Si algo genera resistencias, se tira para afuera (la representatividad docente, los liceos militares). Después, llegado el caso, se podrá aplicar o no. Pues el compromiso en ningún lado aclara –eso hay que admitirlo y dimensionarlo– que aquello que no aparece en sus páginas, no se hará.

Por eso, a falta de diez días para la elección, va siendo momento de terminar de mostrar las cartas, de cantar, flor, truco, falta y resto.

Vale 4.

12.11.19

Entre golpes y renuncias

Acerca de la visión de los medios de prensa uruguayos sobre la situación en Bolivia

Cuando la “verdad” opera como marco cognitivo del discurso, éste se vuelve muy difícil de desarticular. Tal vez ahí resida parte del reforzamiento  ideológico que llevan adelante las clases más desfavorecidas en favor de las más privilegiadas, y también la explicación para entender cómo opera la hegemonía discursiva.

Tomando por caso el golpe de Estado en Bolivia, los distintos periódicos hacen hincapié en uno u otro aspecto según la ideología que opere detrás de los mismos.

La Diaria titula: Golpe de Estado en Bolivia. Grafica con una foto que retrata la marcha policial en Santa Cruz, para celebrar el golpe de Estado al gobierno del presidente Evo Morales. En la imagen se puede apreciar que uno de los policías que encabeza la marcha sostiene como estandarte parte de un crucifijo, del que cuelga un rosario. Para completar su portada subtitula: El ejército forzó la renuncia de Evo Morales. Anoche, sin gobierno en funciones, la Policía intentaba capturarlo y crecía la violencia contra sus partidarios.

Al leer la portada queda claro que Bolivia se encuentra atravesando un golpe de Estado, y que el presidente fue forzado a dejar sus funciones.

Por su parte, el diario La República titula: “Mi pecado es ser indígena”. Un golpe de Estado con la Biblia en la mano. Evo Morales fue obligado a renunciar a la presidencia de Bolivia. El líder regional opositor Luis Fernando Camacho entrego este domingo en la casa de gobierno una carta de renuncia que pretendía que firmara Evo Morales y además una Biblia.

En el desarrollo de la nota se puede leer que Camacho ha manifestado que quiere “que Dios vuelva a la casa de gobierno.

Se entiende al leer este medio gráfico que Evo Morales ha sufrido persecución racial por su condición de indígena, que eso ha pesado para forzar su destitución, y que hay toda una lógica religiosa y militar que opera en su deposición como gobernante.

De la vereda de enfrente se encuentran dos medios gráficos que están alineados bajo una misma postura ideológica: El País y El Observador.

El País titula: Evo Morales renuncia. Tras 14 años en el poder, se va a pedido de las Fuerzas Armadas y por el fraude en la elección.

El acceso a esta información sugiere que el presidente renunció pacíficamente y porque las fuerzas armadas así lo requirieron, fortalece la idea de desgaste al mencionar que Evo Morales deja la presidencia tras 14 años de mandato, e instala la figura del fraude electoral.

Finalmente, El Observador anuncia en su portada: Fin de ciclo: Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia tras casi 14 años en el poder, luego de que la OEA denunciara fraude electoral y de que las Fuerzas Armadas, la policía y los opositores reclamaran su dimisión en medio de masivas protestas callejeras; el líder indígena denuncia golpe de Estado.

En un lineamiento parecido al anterior se manifiesta la dimisión del presidente como resultante del fraude electoral denunciado por la OEA y la intervención de las Fuerzas Armadas, con el agregado de las revueltas callejeras. El diario elige que cerrar su portada aduciendo que el “el líder indígena denuncia golpe de Estado”. De este modo, elige enfatizar una estratificación de tipo racial, de la que Evo Morales no reniega, pero que queda sonando contra la tapa y su discurso.


Un poco de teoría

Según Van Dijk, por “ideología” se hace referencia a una conciencia de grupo o de clase que puede estar o no elaborada explícitamente en un sistema ideológico que sustente las prácticas socioeconómicas, políticas y culturales de los miembros del grupo destinadas a satisfacer sus intereses de grupo o de clase.

Tanto la noción de ideología que pueda sostener un grupo determinado, como las prácticas ideológicas que derivan de ella, suelen adquirirse por medio de distintas instituciones, que pueden ser más o menos formales, como el Estado, los medios masivos de comunicación, la educación o la iglesia, o menos formales como la familia o el círculo de amigos. En cada caso, hay un tipo de discursividad a la que tienen acceso los distintos participantes.

Para desarrollar todo este conocimiento, para conocer el mundo y así saber lo que ocurre en Bolivia, tanto como para desarrollar un conocimiento general y cultural, es necesario hacerlo durante el proceso de socialización, leyendo el periódico, hablando con otras personas, es decir, a través de los textos y los discursos. A mayor variedad de acceso discursivo, mayor poder.

Esto implica que, potencialmente, tendríamos la capacidad de construir y/o modificar nuestros discursos. Sin embargo, se necesita mucho para modificar una ideología de base, pues se trata del modo con el que explicamos lo que vemos y entendemos del mundo.

Por eso, cuando las personas tienen un acceso cultural restringido a sus prácticas cotidianas se revela un aspecto pasivo en función del discurso dominante, que genera una falsa conciencia de clase, que hace posible que se reproduzca como propia la ideología de la clase dominante.

Si, por otra parte, tengo acceso a la discursividad de los medios (que también me es vedada, en algún punto, porque no genera interacción directa) tendré que asirme de todo elemento cultural del que pueda disponer para poder interpretar aquello que leo.

¿De qué hablamos cuando hablamos de golpe?

Como la información es mucha y contrapuesta hay algunas cosas de las que debemos disponer para poder discernir y así saber qué es lo que sucede en Bolivia realmente. Principalmente debemos definir qué es y de qué se trata un golpe de Estado.

Por definición, estamos ante un golpe de Estado cuando se produce una destitución repentina y sustitución, por la fuerza u otros medios institucionales, de quien ostenta el poder político.
Evo Morales fue ultimado por las Fuerzas Armadas a cesar en su mandato, ha habido coerción y amedrentamiento de su integridad física y la de su familia. El golpe de Estado fue llevado a cabo tras varias semanas de agresiones por parte de los grupos opositores contra la población indígena y campesina, así como también contra los miembros del movimiento socialista (MAS).

Se trata de un golpe fundamentalista por cuanto se plantea devolver la Biblia al Palacio, y poner el gobierno en las manos de Dios.

Es un golpe racista, porque identifica y quema las sedes de las organizaciones indígenas, así como sus casas.

Es un golpe violento y represor, que entre otras cosas ha efectuado cortes simbólicos al quemar la Whipala (bandera emblema de las naciones Andinas y Aymara que simboliza la doctrina del Pachakama (principio, orden Universal), y la Pachamama (madre, cosmos) que constituye el espacio, el tiempo, la energía y nuestro planeta) en todos los sitios en los que se encontraba izada. Luego la sustituyeron por la bandera nacional, y le colocaron una Biblia encima.

Entonces, ¿qué pretenden algunos medios al informar una dimisión ordenada y pacífica por parte del ahora ex presidente Evo Morales? ¿Por qué no señalan y denuncian la persecución social, política, ideológica, y racista que están padeciendo miles de bolivianos?

Porque la hegemonía discursiva y cultural de la que hablábamos al principio se encuentra tejida con discursos que solapan -entre otros- los medios que ocultan la barbarie, la discriminación, el odio, la violencia. De ese modo se aseguran la reproducción de ese discurso que acentúa las diferencias sociales, culturales, y que oprime y genera falsas identidades.

Con eso hay que romper.

11.11.19

No perder lo bueno, hacerlo parecido

(Acerca del acuerdo firmado por la coalición multicolor).

Fortalecer.
De fortaleza.
1. tr. Hacer más fuerte o vigoroso. U. t. c. prnl.
2. tr. desus. Confirmar, corroborar. Fortalecer un argumento, una razón.

Crear.
Del lat. creāre.
1. tr. Producir algo de la nada. Dios creó cielos y tierra.
2. tr. Establecer, fundar, introducir por vez primera algo; hacerlo nacer o darle vida, en sentido figurado. Crear una industria, un género literario, un sistema filosófico, un orden político, necesidades, derechos, abusos.



Fortalecer y crear son dos verbos que aparecen a lo largo del documento firmado por la coalición partidaria de blancos, colorados, independentistas, cabildantes y del partido de la gente, bajo el nombre de “Compromiso por el país”.
El documento cuenta con trece puntos, entre los que se encuentran los de salud, educación, seguridad ciudadana y estado inteligente, entre otros. El análisis que me propongo realizar consiste en ver cuántas veces y en qué contextos aparece un verbo u otro.
Es así que “fortalecer” cuenta con 18 entradas a lo largo de todo el documento, repartidas en siete puntos de los 13 que aparecen mencionados en el citado texto. “Crear”, por su parte, cuenta con ocho menciones distribuidas en seis de las 13 secciones.
En principio, resulta curioso que un acuerdo de gobierno que involucra a tantas fuerzas políticas distintas –y por ende, a tantas “cabezas pensantes”– incluya tan pocos puntos de cambio sustantivos. Por lo contrario, parece apuntar mucho más a reforzar aquello ya existente.
Como decía la campaña del partido de gobierno: “no perder lo bueno, hacerlo mejor”.
Más notable aún es que en el apartado que refiere a la educación, bajo el rótulo de “Transformar la educación”, no se encuentre ni una sola referencia léxica a “crear”, mientras que “fortalecer” aparece en seis de los 14 ítems del apartado.
Aparentemente, si nos basamos en el discurso habitual de la oposición, la educación es pasible de la mayor de las transformaciones, está a la deriva, en estado de emergencia, y condiciona el futuro de nuestros jóvenes. No obstante, en la redacción del documento que incluye como cometido esencial llevar a cabo la revolución educativa, no se encuentran medidas de transformación educativa, a excepción de la reformulación de los estatutos docentes y no docentes (reformulación que dice respetar los derechos adquiridos por los funcionarios, aunque de un modo no del todo claro).
Un programa que apunta al cambio pero mantiene más de lo que cambia, puede querernos decir dos cosas: o bien ese programa no es tan revolucionario como aparenta, o –después de todo– no se ha hecho todo tan mal.

8.11.19

Ley de urgente explicitación


“Si el discurso controla las mentes y las mentes controlan la acción, para quienes ocupan el poder, controlar el discurso es absolutamente esencial. ¿Cómo lo logran? Si los eventos comunicativos no sólo están compuestos por el texto y la conversación “verbales” sino también por un contexto que influye en el discurso, el primer paso que debe darse para controlar el discurso es controlar sus contextos. Por ejemplo, las élites u organizaciones poderosas pueden decidir quiénes, cuándo, dónde y con qué objetivos participan de un determinado evento comunicativo". Teun A. van Dijk en “Discurso y poder”.
En este artículo me propongo analizar el tipo y alcance discursivo llevado adelante por el candidato presidenciable Luis Lacalle Pou con relación a la creación de una Ley caratulada de “urgente consideración”, que sería una de las primeras medidas que implementaría en caso de resultar electo presidente.

En primera instancia daremos cuenta de los aspectos gramaticales que guardan estrecha relación con el discurso. Tenemos un sintagma nominal: Ley de urgente consideración, que en su estructura profunda descompone una serie de elementos predicativos que expanden semánticamente el núcleo del sintagma nominal: Ley. A su vez, dentro de ese sintagma nominal, tenemos un sintagma preposicional: de urgente consideración, en donde urgente se constituye como predicado adjetival de consideración. Dicho de otro modo, la palabra clave en Ley de urgente consideración, es “urgente”.
Habiendo despejado la estructura profunda del sintagma nominal “Ley de urgente consideración”, pasaremos a un plano semántico en donde consideraremos como pertinentes de análisis los aspectos denotativos y connotativos de “Urgente”. La denotación es la significación primaria y objetiva que tiene una palabra para un hablante determinado, es aquello que encontramos como definición en un diccionario, mientras que la connotación se encuentra cargada de subjetividad y es allí donde intervienen los valores y experiencias previas de cada persona.
Resulta urgente, su consideración y su explicitación.


Así las cosas, cuál es el valor connotativo de “Urgente” para Lacalle Pou? ¿Qué es lo que considera urgente resolver dentro de ese paquete de medidas que piensa implementar en caso de acceder al poder?
Miles de personas firmaron una petición en la plataforma change.org para exigirle al candidato blanco que informe acerca del contenido y alcance de su ley de urgencia. La respuesta cuenta con varias aristas, que expondremos a continuación: a- En primer término dijo alegrarse por la cantidad de personas interesadas en su proyecto de ley; b- acto seguido envió a todas esas personas a leer su plan de gobierno, pues, y según sus propias palabras, de ahí se desprende la materia prima para la elaboración de la ley; c- Para culminar, afirmó que no dará a conocer el contenido de la ley, hasta tanto no esté resuelta la elección y deslizó, que después de todo –D– aún no se encuentra plenamente redactada.
A- La lectura que hace de esa situación es o bien errónea, o se constituye como un modo persuasivo de discurso. Que tantas personas quieran saber el contenido de una ley que se presenta como “urgente” no implica que la gente esté interesada en el candidato en cuestión o en su plan de gobierno, antes están preocupados por el alcance de la misma, y reclaman el derecho a saber.
B- Que parte de la respuesta implique que las personas deban ir a leer su programa nacional de gobierno, que cuenta con 176 páginas de extensión aproximadamente, encuentra un modo de complejizar el mensaje y el discurso. Los políticos deberían lograr que el mensaje resulte asequible a la mayor cantidad de personas posibles, la simplificación del mismo genera confianza e información. ¿Cuántos electores leerán el programa y entenderán al hacerlo el alcance la de Ley de urgente consideración? ¿A qué deben atenerse aquellos que no lo hagan? ¿En dónde se encuentra la confianza para elegir, pese al desconocimiento? ¿Diríamos, entonces, que es correcto que la clase dominada reproduzca ese discurso de la clase dominante hasta hacerlo propio? ¿No es así como se reproducen y mantienen las desigualdades sociales?
C y D- Volvamos al punto inicial: la población sabe que de elegir al candidato blanco, éste impulsara un paquete de medidas de rápida implementación. Esas medidas se encuentran circunscriptas en lo que él mismo denominó “Ley de urgente consideración”. Si Lacalle Pou accede al gobierno, sabe –porque así lo ha expresado– que esa ley será lo primero que pondrá en práctica. Sin embargo, se niega a explicitar el contenido de la misma hasta tanto no se haya resuelto la elección. De lo anterior se desprende, que lo que resulta contextualmente relevante no es el punto de inflexión de la gente que quiere conocer el contenido de la ley, ni la respuesta a evasivas que ofrece el candidato. Lo que verdaderamente resulta relevante y pertinente es el manejo de la información, del conocimiento y del ocultamiento que hace Lacalle Pou. ¿Seremos tan ingenuos y capaces de reproducir ese discurso? ¿Creemos que aún no se encuentra escrito el contenido o la intención de la ley? ¿O será que entendemos que sobre lo que no está escrito, no se puede ejercer reclamo, control, oposición?
Si un candidato me pide su voto, y al hacerlo me asegura que en caso de ser electo, aplicará un paquete de leyes, y cuando le pregunto cuáles son las leyes, me asegura que aún no están escritas, una de dos: o es un improvisado, o teme que si me dice cuáles son esas leyes, de ninguna manera podría votarlo.
Resulta urgente, su consideración y su explicitación.