31.1.20

El look de la LUC

Resultado de imagen para joven piercing ceja cortadaRecientemente se instaló un debate sobre la tipificación de la noción del término “apariencia delictiva” presente en la Ley de urgente consideración que piensa implementar el próximo gobierno de Lacalle Pou. Eso nos invita a reflexionar sobre los mecanismos que operan en la construcción de discursos que hacen de la discriminación su razón de ser.

Las prácticas racistas que se encuentran enmarcadas y delimitadas por los términos de discriminación o racismo cotidiano que refieren a las interacciones de tipo frecuente, en las que la gente perteneciente a las élites poderosas problematiza, margina y excluye a los “otros”. Esa otredad del discurso tiene su raigambre en la conceptualización o bien de la proveniencia de otras culturas o de aquellos que tienen “otra apariencia”.

Esa -diríamos- es la punta de un sistema que reproduce un conjunto de creencias, lo practica en su cotidianeidad y logra, de ese modo, insertarlo y hacerlo parte de un sistema compartido por otros, que a su vez lo legitiman.

El discurso resulta así la pieza central del procedimiento, siendo parte de una práctica social común y siendo también parte del aparato reproductor que enseña y distribuye esas prácticas discursivas, con frecuencia respaldadas por los medios de comunicación.

Para que el discurso sea constitutivo de una práctica racista deben aunarse los elementos de “contexto y texto”. El contexto se refiere a "quién habla a quién, cuándo y con qué objetivo", mientras que el texto es el modo sistemático que se emplea para enfatizar lo bueno de "Nosotros" y lo malo de "Ellos".

“Ese discurso negativo puede tener una influencia también negativa sobre los modelos mentales que la gente tiene sobre sucesos en que participa la “otra gente”, y esos modelos mentales pueden generalizarse a actitudes e ideologías más fundamentales, que a su vez pueden aplicarse más tarde en actos y otros discursos. Así se cierra el círculo vicioso de la reproducción del racismo”, afirma Teun A. van Dijk.

Equivale a decir que el control de los modelos mentales que la gente tiene, ayuda a reproducir -o no- los discursos de tipo racista.

Recientemente se instaló un debate sobre la tipificación de la noción del término “apariencia delictiva” circunscripto en el borrador de la Ley de urgente consideración que piensa implementar el próximo gobierno de Lacalle Pou.
Gandini también supo ser joven.

Al respecto, el nacionalista Jorge Gandini explicitó en medio de un debate televisivo que hay una apariencia delictiva asociada a aquellas personas que usan tatuajes, gorros o piercings. Y que eso lejos de tener que ver con la ley, tiene que ver con la realidad.

De este modo, el político en cuestión valida en contexto y texto la tipificación del “Otro”, justificando su respuesta por medio de una estrategia circunscripta en dos tipos de negación: de intención, aduciendo malinterpretación de partes, y de objetivo, ya que no fue dicho para encasillar a aquellos jóvenes que usan gorrita, dado que dentro de su partido hay jóvenes que las utilizan.

Lo que sigue a un acto de negación que manifiesta discriminación es la mitigación o justificación de esa postura o manifestación racista. En Gandini se hace explícito cuando dice que:

“Lamento si eso puede molestar a mucha gente, pero no tengo problema de que a mí me paren en el auto y me pidan el documento". 

Porque seguramente él es una persona de bien, que nada ha de temer si la policía lo detiene y le pide su documento. Algo que parece imposible, a menos que el policía en cuestión desconozca la identidad del “detenido” en un procedimiento habitual para la “seguridad ciudadana”.

Finalmente, Gandini acotó que "hay una apariencia. Determinada gente que tiene tatuaje, gorrito y piercing da una tipología que el seguridad mira más que al otro, pero no tiene que ver con la ley, tiene que ver con una realidad". 

El epílogo de su discurso es el broche de oro que confirma la teoría. Todo aquello de que resultaba indispensable ejercer el control de las mentes insertando un tipo de idea racista, asociada a ciertos parámetros que la gente pueda luego identificar, denostar y reproducir.

¿Qué hará la gente cuando se tope con otro tatuado de gorro y tatuaje? Podrá contraponer las ideas antepuestas por el sector derechista del aún no gobierno electo?

Hoy entró a la herboristería de mi madre un muchacho que tenía las cejas cortadas, un piercing en su nariz, y una gorra deportiva. Vestía pantalones ajustados y una campera de nylon. Pidió para pasar al baño, le dije que sí. Se llamaba Matías y acompañaba a su abuela, jubilada, docente de música, porque ella tenía baja visión.

Le comenté que mi hijo Santiago, también usas las cejas así. Se rió y me dijo: "Bueno, pero lo que importa es el accionar, ¿o no? ¿Verdad que está lleno de gente con las cejas sin mutilar, pero rotos y descompuestos? La honradez se lee en la mirada y se mide en las palabras".

Eso dijo él. Eso pienso yo.

Si querés ver el video de Gandini, lo podés encontrar en este link.